¡Feliz cumpleaños, hijo mío! Fuiste el mejor regalo que he recibido en toda mi vida. Me sorprendiste cuando llegaste y me sigues sorprendiendo todos los días de mi vida.
El día que naciste celebré tu llegada con euforia, y de la misma forma todos y cada uno de tus cumpleaños. Eres mi mayor alegría, hijo, aún te queda un gran camino por delante y espero que saques lo mejor de todas las situaciones que vivas.
Cariño, pasa otro mes más en el que estamos juntos, y quiero que sepas que voy a seguir dando todo lo mejor de mi para seguir a tu lado. Quiero seguir demostrándote que puedes confiar en mí y que el amor que siento por ti es infinito.
Gracias por estar para mí en los días peores, soy feliz por pensar en todo lo que tenemos por vivir juntos, si hay algo que siento aparte de amor, es mucha emoción por poder estar contigo. ¡Te amo! ¡Felices 7 meses!
¡Muchas felicidades, padrino! Eres una de las personas que más me ha apoyado en esta vida, y siempre te agradeceré por ello. Espero hoy poder transmitirte todo lo que te admiro y hacerte saber que contigo he aprendido muchísimo de la vida.
Espero que pases el día con mucho amor, mucha felicidad e ilusión, y que tengas sorpresas y todas las personas que deseas a tu lado. Que el año que empiezas esté repleto de momentos hermosos que podamos compartir, ¡porque me encanta estar contigo!
Hoy es el día más tierno y más lindo, un día de magia y alegría, y todo ello porque tú naciste exactamente este día hace un año, mi hermoso sobrino. Tendrás grandes sorpresas, y todas ellas estarán cargadas de amor, porque todos en la familia estamos muy contentos de tenerte entre nosotros. ¡Muchas felicidades!
Hoy me he despertado pensando en que me tenía que acordar de algo, pero no sabía muy bien que era. He necesitado algunas horas y que alguien me lo dijese para darme cuenta de lo que andaba rondando mi cabeza… ¡y es que tengo que ir a hacer algunas compras!
Pero antes de eso quería dejarte por aquí unas palabras de cumpleaños, para que sepas que no me olvido de ti y cuanto me alegra conocerte. ¡Muchas felicidades!
¡Feliz cumpleaños, amiga! Todos estamos para ti hoy, dispuestos a festejar y a agradecerle al Señor por haberte colocado en nuestras vidas. Tu amistad es muy valiosa para mí, y el tiempo que paso a tu lado también. Deseo que sigamos manteniendo eso, ¡que Dios te bendiga!
Papi, celebrar tu cumpleaños es un gran honor para mí, pues de alguna forma tengo que retribuir todas las cosas tan maravillosas que has hecho por mí, desde darme el mejor abrazo de todos los días, hasta jugar conmigo cada vez que te lo pedía.
No hay nada más precioso que tener un papá que se preocupa por mantener a sus hijos bien y felices, por esa misma razón, le pido a Dios que te haga cumplir millones de años más y que siempre te mantengas, saludable, feliz, sonriente y lleno de mucha energía.
¡Feliz cumpleaños, papá! Te deseo un día increíble y un nuevo año de vida repleto de buenos momentos y nuevas aventuras que te mantengan súper alegre.
¡Feliz cumpleaños, novia amada! Eres tan hermosa que nunca me había imaginado que podía existir alguien así. Soy feliz y doy gracias a Dios cada día por haberme encontrado contigo y por estar sintiendo este amor que es inmenso.
Hoy haré todo lo que tú necesites, estaré a tu lado en todo momento y me alegraré por cada una de las sorpresas que tenga para ti este día. Mereces todo lo mejor y yo haré siempre todos los posibles para que lo tengas. ¡Te amo!
¡Feliz cumpleaños, hijo mío! Pasa un año más y eres mucho más alto, más guapo, inteligente y valiente que el anterior. Sigues creciendo sin detenerte ni un segundo, luchando por alcanzar tus sueños. Y yo te miro y siento plenitud por ver la persona en que te has convertido. ¡Te amo!
¡Muchas felicidades, hija mía! Estoy muy contenta por poder prepararte hoy una fiesta que espero que sea inolvidable para ti, porque quiero que tenga todo lo que amas y todo lo que te hace feliz.
Cuando te veo sonreír me transmites vida y fuerza, haces que todo lo malo se me pase y que solo pueda sentir alegría y gratitud por tenerte. Sé que este año que vas a empezar va a ser muy bueno, porque yo voy a hacer todo lo que pueda para que así sea. ¡Te amo!
¡Feliz cumpleaños! Un día de celebración llega para alegrarte, para llenar tu corazón de orgullo por la vida que tienes y que tú has construido. Espero que lo pases en buena compañía, cerca de los tuyos, y que puedas disfrutar de cada segundo.
¡Feliz cumpleaños, hijo mío! Cada día me despierto deseándote muchas cosas buenas, pero hoy en este día tan significante dediqué mi mañana para agradecerle a Dios por regalarte un año más de vida, con mucha salud y tranquilidad.
Eres la persona más inteligente que conozco y sé que lo que te propongas en esta nueva etapa, lo harás realidad, pues una de tus características es que nunca te rindes y con esfuerzo, enfoque y fuerza de voluntad siempre llegas a todas tus metas.
¡Feliz cumpleaños, amiga mía! Que hoy tengas un día espectacular, que todos los que te aman se junten a tu alrededor para acompañarte y para festejar. Yo quiero estar ahí contigo para cantarte, para abrazarte y para celebrar nuestra amistad y todas las cosas buenas que te pasaron este último año. ¡Que dios te bendiga!
El amor y la felicidad que siento hoy por ti, mi pequeño sobrino, no pueden calcularse pues son infinitos. Un añito de vida y en él han pasado las cosas más maravillosas, como tenerte por primera vez en mis brazos, mirarte dormir, jugar y reír.
A veces pienso como es posible que una persona tan pequeñita sea capaz de dar tanto, de demostrar tanto amor, y de transmitir tanta alegría. Le doy gracias a Dios porque estás aquí y deseo que sigas creciendo con mucha salud y grandes sonrisas. ¡Feliz cumpleaños!
¡Feliz cumpleaños! Que en tu día abunde la alegría, y que puedas pasar el tiempo con las personas que más amas y que más te valoran. Que hoy el día sea tan bueno que solo puedas conservar recuerdos hermosos que puedas compartir más tarde con los tuyos y que os hagan sonreír.
Como todos los años desde que te conozco, te deseo muchos más sueños alcanzados, momentos maravillosos, y el cariño de los tuyos para siempre.
Hijo, te mando esta carta con la esperanza de que nunca olvides que a la edad no hay que tenerle miedo, sino saber aprovechar cada segundo de la mejor manera. ¡Feliz cumpleaños a ti que me haces sentir una persona afortunada!
Espero que los 21 sean aún más maravillosos que todos los anteriores, y que disfrutes cada año de juventud.
Me inspiras a ser grande, tan grande que cada vez tengo más metas por alcanzar. ¡Gracias por una gran motivación, jefa! Muy pocas personas saben como liderar, y debo admitir que tu tienes ese don.
¡Que tengas un lindo cumpleaños y muchos años de felicidad!
Hermano, todo lo que viví a tu lado está guardado para siempre en mi corazón. Quería decirte eso antes de felicitarte por este lindo día. Quería también que supieras que te admiro, y que le doy gracias a Dios cada día por tenerte a mi lado y por poder haber crecido contigo. ¡Feliz cumpleaños!
¡Feliz cumpleaños, amiga mía! Tengo mucho cariño por este día, porque es el día en que llegaste al mundo, y para mí, que tú estés aquí es algo muy importante. Desde que te conozco has estado a mi lado en momentos que guardo para siempre en mis memorias. Nunca olvidaré que no soltaste mi mano, y siempre tendré presente que tu amistad es más valiosa que cualquier fortuna.
Hoy te quiero desear un día lindo, especial y único. Un día para sonreír y para que recibas todo el amor que los que te rodeamos tenemos para darte, porque te amamos y porque te admiramos.
Estoy hoy aquí para saludarte en el día más especial y más importante de la vida, ¡el día de tu nacimiento! Estoy también para desearte todo el amor del mundo y que se pueda hacer realidad todo aquello con lo que sueñas y que más deseas. Un día de alegría para ti, ¡y mucho amor! ¡Feliz cumpleaños!
¡Un nuevo regalo de Dios llega en la forma de un año más de vida!, Celébralo y da gracias al creador por tanto amor y por la bendición de seguir disfrutando de toda la belleza que te rodea.
Hoy y siempre, Que el amor de Dios te acompañe a todo momento, en las buenas y en las malas, en las dulces y las amargas, porque la grandeza del señor está en saber apreciarlo todo.