¡Muchas felicidades, hijo mío! Sé que, con 18 años, un mundo lleno de posibilidades se abre ante ti, y por ello estás entusiasmado y feliz. Yo también me alegro de que hayas llegado a esta etapa de tu vida, y soy feliz cuando veo que tú lo eres.
Confío en ti, pues has demostrado ser una persona íntegra, no obstante, quiero decirte que debes poner atención y tomar tus decisiones con madurez. Siempre que lo necesites, yo estaré aquí.
Deseo que disfrutes mucho de tu día, que aproveches al máximo, siempre con cuidado, y que no te olvides de lo mucho que vales. ¡Te amo!
Mis mejores deseos son para ti, hija ¡Felices 18 años! Con esta edad llegan muchísimas responsabilidades y también momentos que nunca olvidarás, y que quedarán guardados para que les cuentes a tus hijos o nietos.
Con mi corazón acelerado recuerdo lo pequeña que eras, y verte ahora convertida en una mujer me llena de felicidad.
Al mirarte siento tu fuerza y tus ganas de triunfar, por eso le pido a Dios que me de muchos años de salud para verte convertirte en una gran mujer.
¡Continúa siendo así! Inspirándonos a todos y soñando en grande. ¡Feliz cumpleaños!
¡Felices 18 años! Hoy no esperes mucho de mi, ¡que quien se convierte en mayor de edad eres tú! Así que espero que por lo menos te invites a algo, ahora que ya perteneces al mundo de los adultos.
Ojalá que este cambio de etapa no te cambie mucho y aunque si que es verdad que ya te llega la hora de centrarte en muchas cosas, no pierdas tu carácter divertido y ¡que no se te contagie lo aburrido de los mayores!
¡Felices 18 años, hija! Todo lo que ya has vivido y todo lo que has aprendido te hace ser como eres y te será útil a partir de ahora. Comienzas el camino que te llevará a ser una persona adulta, y hoy ganas más independencia en tu vida.
Soy muy feliz por ti, por estar a tu lado, y porque seas mi hija, porque eres lo más hermoso de esta vida.
Ya eres casi una persona adulta, hijo mío, pues hoy llegas a los 18 años. Eres responsable y sé que está edad te da ciertas ventajas, pero no olvides que aún te queda mucho por aprender.
Mantente siempre en tu camino, fiel a aquello que decidas elegir, pues eso te ayudará a alcanzar todo aquello que te propongas. ¡Muchas felicidades! No olvides que te amo, y aunque ya no lo necesites tanto, siempre estaré a tu lado para cuidar de ti.
¡Felices 18 años, hijo! Eres el mejor compañero de vida que podía tener, tú me lo has dado todo, porque tu generosidad es infinita, y yo espero haberte retribuido, espero que también hayas aprendido algo de mi, y que recibas hoy todo mi amor y mi admiración por ti.
¡Felices 18 años, hijo! Hoy abrazas la mayoría de edad y todos los que te amamos estaremos contigo para festejarlo. Si algún día tienes un hijo podrás entender lo que siento hoy yo, porque es tan intenso que no puedo describirlo.
Espero que continúes siendo feliz, que te apoyes en mi siempre que lo necesites y que puedas alcanzar todos tus sueños.
Que gratificante es verte crecer y saber que lo hicimos bien. ¡Felices 18 años, hija! Eres una mujercita maravillosa, y tu manera de actuar me hace imaginarte de aquí a algunos años.
Espero que pases un lindo día, que te diviertas con todos tus amigos. ¡Dios te de mucha salud y motivos para sonreír! ¡Te adoramos!
Hoy, como todos sabemos, es un día de mucha emoción, tú estabas contando los días para que llegará tu mayoría de edad, y yo no sé que querrás hacer que tenías tanta ansia por llegar a este momento…
Me vas a perdonar que me faltan un poco las palabras, y no sé que desearte hoy, pues lo tienes ya todo, la alegría, la belleza, la salud, el sentido del humor… bueno, ¡quizás solo te falte un poquito más de inteligencia! ¡Felices 18 años!