Hijo mío, eres la persona que más quiero en este mundo, hoy te haces un poquito más mayor, y yo siento una gran emoción.
Creces por momentos, y a cada paso que das, estoy contigo acompañándote por si necesitases mi ayuda, y cada uno de tus logros es una gran alegría para mi.
Hijo mío, hoy soplarás 12 velas, una por cada año que ha pasado. Yo los recuerdo todos ellos, todos diferentes, pero todos especiales, los tengo grabados en mi memoria para siempre. Solo quien tiene un hijo puede entender lo que se siente al verlo crecer, y es que es una sensación única.
Por eso, el día de hoy es diferente a los otros, muchos recuerdos me vienen a la mente, y mucha alegría porque eres un niño maravilloso. Deseo que pases un día perfecto, ¡muchas felicidades!
¡Feliz cumpleaños, hijo mío! Pasen el tiempo que pase, este siempre será el mejor día del año, pues es el día en que naciste, el día en que todo cambió, en que hiciste que nos convirtiéramos en tus padres.
¡Feliz cumpleaños, hijo! Eres una persona maravillosa, cada día me sorprendes con algo nuevo, y siempre es bueno. Ya sea por tu generosidad, por tu bondad, por tu inteligencia, o por tu entusiasmo ante la vida, siempre aprendo contigo.
Gracias por ser mucho mejor de lo que algún día pude imaginarme. Espero que el día de hoy sea fantástico, y que este año sea muy feliz para ti.
¡Un año más en el que tengo la bendición de verte soplar las velitas! ¡Feliz cumpleaños, hijo! Hoy tu pastel tendrá un número doce, y doce deseos podrás pedir. ¿Estás preparado?
Espero que hoy y siempre seas muy feliz, y que pueda verte crecer y convertirte poco a poco en un hombre inigualable. ¡Te quiero mucho, hijo!