Hoy miro al cielo y te recuerdo, mamá, ¡Feliz cumpleaños! Sé que estas en el cielo y que eres un ángel que siempre va a cuidarme, pero es imposible no extrañarte. Como quisiera que bajaras del cielo y hablaras conmigo por un rato, como hacíamos todos los días.
Siempre te voy a recordar como la mujer perfecta y amorosa, guiándonos, enseñándonos a ser mejores personas e impulsándonos a cumplir todos nuestros sueños.
Desde que te fuiste entendí que me harían falta tus consejos, tus abrazos, y tu apoyo en los momentos difíciles de mi vida. A veces pienso que debería haberte valorado más, pues hoy que no te tengo sé que perdí el más preciado tesoro que Dios me pudo dar. Quiero que sepas, mamá, que te tengo siempre en mi pensamiento y en mi corazón.
Te recuerdo todos los días mamá, en especial hoy que es tu cumpleaños. Cuanto desearía tenerte conmigo otra vez y oír con atención cada uno de tus consejos. Extraño cada momento que pasé junto a ti, tus abrazos y tu sabiduría. Espero que en algún momento nos volvamos a encontrar y vuelvas a ser mi mamá. ¡Siempre te querré!
Mamá, hoy te iré a visitar al panteón y te llevaré flores, las más bonitas que encuentre, con tus colores preferidos, porque es tu cumpleaños y quiero demostrarte que sigues siendo la persona más importante de mi vida, y que nunca te olvidaré.
Cada día aplico todo aquello que me enseñaste en vida, y sé que estarías muy orgullosa de mi, porque eres parte de mi. Te amo mamá, quiero desearte, allá donde estés, un feliz cumpleaños y mandarte el más grande de los abrazos.
Mamá, sé que hoy festejarás desde el cielo, y quiero que sepas que los que estamos aquí abajo celebraremos también por ti, por todo lo que significas aún para nosotros. Aunque ya no estés, siempre celebraré este día, porque significa que te tengo en mi memoria y que no te has ido del todo.
Un día como hoy estaríamos celebrando tu cumpleaños, mamá. ¡Feliz cumpleaños, mi ángel! Te extraño muchísimo y no sabes cuánto quisiera tenerte, aunque sea algunos minutos para volver a abrazarte. ¡Te amo! ¡Siempre estás en mis pensamientos y en mi corazón!
Mamá, no hace mucho tiempo que el destino te alejó de nosotros, y nos dejaste. Este es tu primer cumpleaños sin ti, y va a ser un día extraño pues no estás entre nosotros, pero puedes estar segura de que te llevamos en nuestros corazones siempre.
Tu ausencia será más que evidente, por lo que el día de hoy va a ser un homenaje para ti, por todo lo que nos enseñaste, porque hasta en los peores momentos fuiste capaz de transmitirnos fuerza, porque nos diste todo lo que tenías para dar, y sinceramente, te lo debo todo.
Sé que con el tiempo iré sintiéndome algo mejor, pero hoy no puedo parar de pensar en ti y tampoco puedo evitar extrañarte con todas mis fuerzas.
Nunca pensé que llegaría el día en que no estuvieses a mi lado para cantarte cumpleaños. ¡Te extraño mucho, mamá! Te llevo en mi corazón todos los días. Gracias a ti soy una persona luchadora, y sé que estas muy orgullosa de mi. Espero que en una próxima vida nos volvamos a encontrar y que vuelvas a ser mi mamá. ¡No existe una que sea mejor que tú!
Esta mañana me levante un poco triste, mamá. ¡El hecho de que no estés para celebrar tu cumpleaños me rompe el corazón! Con cada día que pasa se me hace más difícil aceptar que ya no estás aquí para darte un abrazo gigante.
Solo me queda el consuelo de que nos volveremos a ver, y que te volveré a elegir como mi mamá. ¡Feliz cumpleaños!