Madre mía, eres la mujer que más admiro en la vida y esa a quién deseo seguir como ejemplo. Amo todo en ti, pero hay algo que admiro sobre todo, y es, ese tu espíritu guerrero.
En este tu día especial en el que cumples un año más de vida, quería que supieras cuanto te amo y te respeto. Soy una hija orgullosa y feliz, pues en ti, siempre encontré el amor y apoyo, además del ejemplo de una luchadora.
Gracias mamá, porque me enseñaste a no abandonar nunca mis sueños. Gracias por inspirarme a ser mejor persona todos los días. Y principalmente gracias por siempre haber luchado por mí, por nuestra familia.
¡Felicidades mamá! Toda la felicidad del mundo para ti será siempre poco.
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