Hoy estoy lejos de mi abuelita, una mujer luchadora que merece todo lo bueno de este mundo. Alguien especial a quien siempre admiraré, y por quien siempre me preocuparé.
Ojalá hoy pudiera estar ahí para festejar a su lado. Seguro que recibe mucho cariño y mucho amor de toda la familia, y yo le mando el mío con esta carta desde la lejanía. ¡Feliz cumpleaños!
En este día tan especial para ti,
quiero desearte todo lo mejor
que Dios quiera brindarte.
Recíbelo con mucho amor,
pues es con amor que lo deseo.
¡Feliz y maravilloso aniversario,
abuela de mi corazón!
¡Feliz cumpleaños, abuelita! Espero que hoy no se sienta muy triste porque no voy a poder ir a visitarla, pero quiero que sepa que le he escrito estas palabras con mucho amor y con mucho cariño, y que estoy deseando poder verla para darle un gran abrazo.
Ya sé que te conservas muy bien pues te miro en las fotos y te veo tan hermosa como siempre. Para este año le deseo mucha salud, grandes alegrías que le hagan sentir muy bien, y muchos momentos en familia.
Abuela, usted fue quien se ocupó de mi siempre, nadie me cuidó tanto y tan bien, y ojalá pueda sentir cuanto la quiero y cuanto se lo agradezco. ¡Feliz cumpleaños!
¡Querida abuela, felicidades para ti en este bello día de tu aniversario! Gracias por ser la mejor de todas las madres, tanto para tus hijos, como para tus nietos.
Deseo que recibas los más bellos regalos de la vida, de Dios y de toda tu familia. Es con mucho sentimiento que confieso que espero tenerte conmigo para siempre.
Personas como tú hacen que aprendamos a amar a la vida de una manera plena. Eres perfecta tal y como eres.
Recibe todo el amor, la paz, la salud y todas las bendiciones que desees. Te amo y te respeto por ser una maravillosa mujer. ¡Felicidad!
De todos los días del año, este es uno de los que más valoro, porque mi abuelita recibe sus años, y eso es hermoso y muy especial. Eres una mujer valiente, y sabes cuanto te admiro, con el paso de los años me fui dando cuenta de todo lo que hiciste por mi, y siempre te agradeceré por ello.
Estoy aquí para festejar contigo, pero también para estar cerca de ti y para cuidarte cuando lo necesites. Te quiero mucho, ¡feliz cumpleaños!
¡Abuelita, te quiero tanto! Eres la persona ideal para conversar, siempre estas dispuesta a oírme y a aconsejarme. Cuando llego a tu casa, ¡Siempre me esperas con alguna sorpresa!
¡Tanto cariño que me das tiene que ser devuelto en cantidades mayores! y hoy que estas cumpliendo años, ¡Soy yo quien te tiene una sorpresa!
Abuelita, en el día de hoy festejaremos, y la razón de ello eres tú, pues hoy es el día en que naciste. Un día alegre, en el que yo doy las gracias de tenerte cerca, y de que seas una persona tan maravillosa, que siempre me cuidó y me ayudó.
Cada vez que te veo te digo cuanto te amo y lo feliz que soy de que seas mi abuelita, pero hoy quiero volver a repetirlo. A demás, tengo una sorpresa preparada para ti, que sé que te va a encantar. ¡Feliz cumpleaños!
¡Hoy prepararemos para ti,
linda abuelita, la más bella
fiesta de cumpleaños de todas!
Queremos verte siempre sonriendo
y jugando con todos tus nietos.
Disfruta de este día maravilloso,
así como nosotros disfrutamos de
tenerte cerca, pues eres la persona
más bella y pura sobre la faz de la tierra.
¡Muchas felicidades, abuelita! Te envío estas palabras porque estoy lejos y no te las podré decir en persona. Gracias por ser para mi una madre, por todo el amor que me has dado desde que nací y por todos los esfuerzos que has puesto en que las cosas me fueran bien y que pudiera tener lo que quería.
Eres una mujer de gran corazón y creo que eso es lo que te da la fortaleza para vivir tantos años, ¡y muchos más que te quedan! Quiero que sepas que te querré eternamente, abuela.