No hay nada que quisiera más que poder darte el feliz cumpleaños personalmente, mamá, pero te aseguro que la distancia no será un motivo para dejar de agradecerle a Dios por regalarte un año más y para festejar la vida tan bonita que has tenido.
¡Te deseo un cumple genial! Y te recuerdo que te quiero muchísimo, te extraño demasiado y te considero la mejor mamá del mundo.
¡Feliz cumpleaños, hijo! No pienses en que estamos lejos, piensa en la persona en que te has convertido, en que tienes nuestro amor, ¡y en pasarla muy bien!
¡Feliz cumpleaños, primo! Me pone un poco triste estemos lejos pues hoy me gustaría festejar como cuando éramos pequeños, ¡con mucha diversión y sin preocupaciones!
¡Feliz cumpleaños, tío! No le des importancia a que hoy esté lejos y disfruta de la compañía del resto de la familia, que seguro que te transmiten todo el amor del mundo y que te hacen sentir como lo que eres, una bellísima persona.
Antes de despedirme quiero darte las gracias por darme tantos buenos recuerdos, porque así, aunque hoy no pueda estar ahí, me acuerdo de todo lo bueno y me pongo más feliz. Brinda por ti y yo brindaré porque tengas un año espectacular.
Me diste la mejor educación y gracias a ti he alcanzado casi todos mis sueños y aunque estemos lejos sabes que te adoro y yo sé que me proteges. ¡Feliz cumpleaños, mamá!