¡Feliz cumpleaños, hermanita! Desde que naciste te he admirado y he aprendido de ti, por mucho que seas más pequeña que yo, creo que me has enseñado más cosas de las que yo te he podido enseñar a ti.
Nunca he conocido a una persona tan generosa y tan valiente como tú, y en este día tan hermoso, quería decirte que para mi siempre has sido una inspiración. ¡Te adoro!
Ya estas grande mi pequeñita, no sé como pasó tan rápido todo este tiempo, pero me alegro muchísimo de que siempre mantengas un alma joven dentro de ti, la cual nunca deja que tu sonrisa se esfume, contrariamente, tu felicidad se esparce por donde sea que pases.
Sinceramente, el tiempo no me dejó asimilar que ya no eres la pequeña capaz de pasar horas tras horas jugando conmigo, sin pausa hasta que terminara el día.
Aunque ya no pasamos todo ese tiempo juntas jugando, no hay nada que me llene el corazón tanto como saber que tú siempre cuentas conmigo para todo.
¡Feliz cumpleaños, hermanita! Sabes que te amo infinitamente, y que estoy muy feliz de ver como creces manteniendo tu personalidad intacta y auténtica.
¡Feliz cumpleaños, hermanita! No sé que habría sido de mi vida si no hubieras nacido, solo tengo claro que hubiese sido mucho más aburrida, ¡porque tu le pones color a todo!
Hoy recuerdo cuando te miré por primera vez y eras un pequeño bebé y yo solo deseaba que crecieras para jugar contigo. Ahora has crecido y te has convertido en la mejor compañera. ¡Vamos a celebrar y a brindar muchas veces, porque esta ocasión es maravillosa y lo merece!