Si aún estuvieras entre nosotros festejarías este cumpleaños hasta el último segundo, por eso creo que es importante que, aunque ya no estés, te diga, ¡muchas felicidades!
La tristeza me invadió cuando falleciste, pero poco a poco voy recuperándome, escuchando las palabras que me regalaste, y hoy te digo, feliz cumpleaños.