Tenerte cambió mi vida, iluminó cada uno de mis días. Abrazarte por primera vez, poder darte muchos mimos, cuidar de ti, protegerte. Todo lo que vino contigo fue amor, y mis mayores alegrías. Te adoro, hija mía. ¡Feliz cumpleaños!
Me duermo pensando en ti y me despierto y ya estás en todos mis pensamientos, y hoy lo primero que he recordado es que es tu cumpleaños.
Y por eso te dedico estas palabras, y te digo que tu belleza, no se puede comprar a nada que tu forma de hablar es la más hermosa que ya vi y también la más elocuente y la más sabia, y que sentir este amor por ti me hace sentirme más feliz.
Otro año hermoso, que pasa para ti, hijita. Tantas han sido las vivencias, y tantos los aprendizajes que se que has tenido, que me da mucha alegría saber que vives tu vida con felicidad y armonía.
Te deseo otro año igual o mucho mejor, en el que puedas seguir persiguiendo metas y realizando tus sueños.
Te lo digo cada día, que eres la mujer más especial de mi vida, y hoy mucho más pues es un día de celebrar. ¡Feliz cumpleaños, mi amor! Seguiré otro año haciendo todo lo posible para hacerte feliz.
Nuestra historia es la más hermosa de todas, espero con todo mi corazón que no tenga fin, y que la prolonguemos para siempre.
Ya nos imagino, a ti y a mi de viejitos, cuidándonos como hasta ahora preservando nuestro amor y nuestro cariño, que son ambos infinitos. ¡Te adoro!
Tener una mamá como tú me hizo crecer sabiendo que contaba con una mujer fuerte que siempre me protegería. Crecer al calor de una mujer inteligente que me enseñaba con cariño todo lo que sabía, me hizo aprender rápidamente y me dio seguridad para cada decisión que debía tomar. Crecer sabiendo que mi mamá era valiente, me hizo ser capaz de soñar lejos, confiar en mi y ser feliz.
Gracias por tanto, mamá, eres la persona más maravillosa de este planeta.
¡Feliz cumpleaños! Hoy comerás un pastel delicioso pero no podrá compararse a tu dulzura, hoy te dirán palabras lindas pero ninguna de ellas superará tu belleza, hoy serás una persona feliz y alegre y eso hará que mi corazón se sienta igual porque lo que yo más deseo es tu felicidad.
No tengo miedo de sincerarme, de abrir mi corazón y decirte lo que siento. No tengo miedo porque todo ello es sincero, porque este amor y estas palabras no son de esas que se lleva el viento, son de las que resisten, las que no se rinden y duran para siempre.
Todo lo que te digo es real y verdadero, y día a día, te lo demuestro. Eres luz, alegría y amor, y lo que tenemos me marcará para siempre, nunca lo olvidaré.
Si recibiera dinero por todo el tiempo que me paso pensando en ti creo que ya tendría una fortuna. Pero eso no es lo importante para mi, porque mi mayor tesoro es poder disfrutar de tu presencia poder verte cada día y cuidar con mucho mimo el gran amor que siento por ti.