¡Feliz cumpleaños, mi suegrita! Tiene que decirme como lo hace, pues tiene en su mirada y en su rostro el brillo de la juventud, por mucho que pasan los años usted está tal cual la conocí.
Espero que siga conservándose tan bien por mucho tiempo, y que continúe repartiendo alegría, como solo usted lo sabe hacer, pues después de pasar un rato a su lado, siempre tengo mucha más energía.
¡Muchas felicidades, profesora! Nunca serán suficientes las veces que le de las gracias, pues hizo tanto por mi, y nada me alegra más que, aunque hayan pasado los años, siga sabiendo de usted, seguimos manteniendo el contacto, y siempre está disponible para ayudarme en lo que necesito.
Quiero desearle un día muy bueno, un cumpleaños de esos que son inolvidables, con su gente, con todos sus seres queridos. Que tenga un año muy especial, que consiga aquello que necesita o que anda buscando, pero sobretodo, ¡que sea muy feliz!
A medida que te vas haciendo mayor, la nostalgia de aquellos momentos en que eras más pequeña aparece, pero la alegría y el orgullo es mayor. ¡Felices 14, hija!
Hay días que es necesario recordar, ¡Y hoy es uno de esos! Me alegra saber que en estos 14 meses, nos hemos habituado uno al otro, pues a pesar de que nos amemos mucho, somos dos personas diferentes, y muchas veces tenemos pensamientos opuestos.
¡Es por eso que hoy quiero agradecer tu paciencia, y decirte lo mucho que te amo!
En estos 16 meses de amor a tu lado, he aprendido lo más importante para mi en esta vida, y es el valor de cuidarnos, de hablarnos con el corazón, de transmitir lo que sentimos para que la otra persona pueda entendernos y valorarnos.
Gracias por enseñarme tanto, mi amorcito, por tu disponibilidad constante y por tu amor infinito, que me demuestras cada vez que me miras o que hablas conmigo. Este tiempo esta siendo el mejor, y eso sin duda alguna, merece una celebración.
Reunirnos toda la familia en la celebración de tu cumpleaños es una tradición, pero este año no voy a poder estar con vosotros. Espero que sea la única vez que esto pase y que el año que viene ya pueda incorporarme de nuevo a festejar, pues las buenas tradiciones no deben perderse.
Así, te digo por aquí que espero que pases un día muy bueno, que lo disfrutéis mucho y que no me eches mucho de menos, que pronto volveré y aunque hayan pasado algunos días, ¡te cantaré otra vez el cumpleaños feliz!
Antes de despedirme quería decirte gracias por ser un tío perfecto, pues todos los recuerdos que tengo a tu lado desde la infancia son geniales, y año tras año, sigues superándote. ¡Muchas felicidades, tío!
Hijo, ahora que estas en los veinte quiero que sepas que se pasan muy rápido, y que dentro de poco ya estarás en los treinta. ¡Feliz cumpleaños!
Aprovecha cada segundo y hoy no te preocupes por nada, ¡Deja que todos los demás te hagan sentir especial! ¡Nunca olvides lo mucho que te quiero y que aún eres muy joven!
Siempre que llega esta fecha una ilusión invade mi corazón, pues recuerdo con nostalgia la gran barriga que tenía un día como hoy. Ya no me podía agachar, y tu papá me tenía que ayudar a atar las trenzas de los zapatos.
Llevábamos algunos días yendo al doctor porque tu continuabas cómodo en mi barriga, ¡Parecía que no querías salir! ¡Y a mí me encantaba sentir cada una de tus pataditas!
Hasta que un día como este decidiste nacer, y fuimos al hospital rápidamente, contando los minutos para finalmente verte. ¡La emoción de ese día es algo que no puedo describir! Es por eso que no me importa si ya eres adulto por tener 21, pues en mi corazón siempre serás mi pequeño bebé. ¡Feliz cumpleaños, hijo!
Hay personas que dicen que los varones son más traviesos, pero yo desde hace algún tiempo que deseaba uno. ¡Y Dios me escuchó! ¡Feliz cumpleaños, a mi primer nieto varón!
¿Recuerdas la primera vez que te hice este pastel? ¡Fue aquel día en el que el olor llegó a tu casa, y me preguntaste de que era! Hoy también te hice uno para que festejemos tu día. ¡Muchas felicitaciones, vecina!
¡Muchas felicidades, vecina! Me alegro mucho de que llegue tu día porque mereces un día así, para festejar, para descansar, para lo que te apetezca pero que te lo dediques a ti. Sabes que pienso que eres una bellísima persona, pero me apetecía volver a decírtelo hoy, en este día importante en el que mereces lo mejor.
Abuelita, sé que estarás muy feliz porque ha llegado tu día, y yo, aunque no vaya a poder estar ahí contigo, puedo sentirlo, porque te conozco y sé cuanto te ilusionas cuando llega tu cumpleaños.
En todos tus años de vida, no has perdido esa emoción de seguir cumpliendo, ese buen humor y esa alegría que hacen que todos los que te amamos nos sintamos mejor siempre que estamos contigo.
Espero que nos veamos pronto y que pueda sentirlo otra vez, que te pueda tener cerquita para decirte cuanto te adoro y cuanto te admiro en persona. Para cuidar de ti, darte mi amor y mi cariño, y para darte un abrazo de cumpleaños, ese que no te podré dar hoy. ¡Muchas felicidades!
Qué difícil es darte las felicitaciones desde lejos, pero no te sientas mal porque el tiempo pasa muy rápido, y cuando menos lo esperes nos volveremos a ver. ¡Feliz cumpleaños!